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Cajas fuertes modulares

Hoy en día, objetos como las cajas fuertes son cada vez más populares y extendidos incluso en contextos domésticos y, por tanto, en entornos privados.

Pueden esconderse detrás de un bonito cuadro en el salón, desaparecer dentro de un armario o guardarse en el banco o en el lugar de trabajo, especialmente en la oficina del jefe y de quien tendrá que manejar el dinero. En resumen, estos ya no son objetos de “película”, que se encuentran más a menudo en películas de acción y crímenes. 

Cajas fuertes modulares, accesorios robustos y sólidos

Hay muchos tipos de cajas fuertes, por ejemplo las de pared que se colocan entre hormigón y ladrillo o incluso las certificadas para una mayor seguridad y los armarios blindados, cuya forma paralelepípeda y su pesada estructura metálica contribuyen a reforzar la impresión de absoluta robustez. Sin embargo, hoy en día, a pesar de una gran revolución en cuanto a la tecnología utilizada, son sobre todo las cajas fuertes modulares las que despiertan el mayor interés. Cada vez estamos más acostumbrados a montar muebles para el hogar de forma totalmente independiente, por lo que cuando se trata de imaginar una caja fuerte vendida por piezas separadas y posteriormente montada in situ por técnicos especializados, se podría pensar en un accesorio vulnerable o poco robusto. En realidad, no es así en absoluto: una caja fuerte modular es un objeto extremadamente sólido, al igual que las de pared o los modelos móviles. Además, son capaces de solucionar un doble problema: el del transporte y el del posicionamiento. Es por ello que los propios bancos apuestan cada vez más por este tipo de cajas fuertes, que sirven para albergar en su interior cajas de seguridad. No estamos hablando de un tipo de caja fuerte pequeña, sino de soportes diseñados y fabricados de tal manera que satisfagan a quienes necesitan grandes espacios internos para explotar..

Practicidad en espacios reducidos y el caso de los armarios de seguridad modulares

En situaciones donde el espacio disponible no permite el transporte e instalación de una caja fuerte tradicional, el modelo modular se ofrece como una posibilidad única y virtuosa. Especialmente si, por ejemplo, hay una habitación a la que sólo se puede llegar pasando por un pasillo estrecho, quizás servido por curvas pequeñas o estrechas. Absoluta practicidad incluso a la hora de colocar armarios de seguridad modulares en diferentes contextos. Están diseñados para integrarse en cualquier entorno y garantizan un alto nivel de seguridad así como una cierta facilidad de transporte. Se utilizan en oficinas como contenedores de documentos o en comercios para guardar objetos preciosos o confidenciales. A menudo también está presente en farmacias y en casas particulares para proteger joyas, cuadros y pieles, pero no sólo. La modularidad de los armarios de seguridad, como ocurre con las cajas fuertes, no afecta al nivel de seguridad ofrecido: de hecho, son montados por técnicos especializados y fijados con pernos ad hoc (también pueden anclarse al suelo). Lo que se obtiene al final de estas operaciones es un cuerpo único y muy resistente. 

Cajas fuertes modulares, accesorios robustos y sólidos

Hay muchos tipos de cajas fuertes, por ejemplo las de pared que se colocan entre hormigón y ladrillo o incluso las certificadas para una mayor seguridad y los armarios blindados, cuya forma paralelepípeda y su pesada estructura metálica contribuyen a reforzar la impresión de absoluta robustez. Sin embargo, hoy en día, a pesar de una gran revolución en cuanto a la tecnología utilizada, son sobre todo las cajas fuertes modulares las que despiertan el mayor interés. Cada vez estamos más acostumbrados a montar muebles para el hogar de forma totalmente independiente, por lo que cuando se trata de imaginar una caja fuerte vendida por piezas separadas y posteriormente montada in situ por técnicos especializados, se podría pensar en un accesorio vulnerable o poco robusto. En realidad, no es así en absoluto: una caja fuerte modular es un objeto extremadamente sólido, al igual que las de pared o los modelos móviles. Además, son capaces de solucionar un doble problema: el del transporte y el del posicionamiento. Es por ello que los propios bancos apuestan cada vez más por este tipo de cajas fuertes, que sirven para albergar en su interior cajas de seguridad. No estamos hablando de un tipo de caja fuerte pequeña, sino de soportes diseñados y fabricados de tal manera que satisfagan a quienes necesitan grandes espacios internos para explotar..

Practicidad en espacios reducidos y el caso de los armarios de seguridad modulares

En situaciones donde el espacio disponible no permite el transporte e instalación de una caja fuerte tradicional, el modelo modular se ofrece como una posibilidad única y virtuosa. Especialmente si, por ejemplo, hay una habitación a la que sólo se puede llegar pasando por un pasillo estrecho, quizás servido por curvas pequeñas o estrechas. Absoluta practicidad incluso a la hora de colocar armarios de seguridad modulares en diferentes contextos. Están diseñados para integrarse en cualquier entorno y garantizan un alto nivel de seguridad así como una cierta facilidad de transporte. Se utilizan en oficinas como contenedores de documentos o en comercios para guardar objetos preciosos o confidenciales. A menudo también está presente en farmacias y en casas particulares para proteger joyas, cuadros y pieles, pero no sólo. La modularidad de los armarios de seguridad, como ocurre con las cajas fuertes, no afecta al nivel de seguridad ofrecido: de hecho, son montados por técnicos especializados y fijados con pernos ad hoc (también pueden anclarse al suelo). Lo que se obtiene al final de estas operaciones es un cuerpo único y muy resistente.